M's Story
Un buen matrimonio no es tan fácil de conseguir con los obstáculos comunes y las relaciones entre sí, más si Agregas abuso físico y mental a la situación, 13 años de matrimonio suena muy largo para luchar por ganar el control.
M se casó en México y rápidamente se trasladaron a los Estados Unidos para vivir su nueva vida de casados. Ella se rodeó de la familia de su esposo quienes llegaron a darse cuenta de la precaria situación de M. Ella ahora mira hacia atrás a la forma en que era antes, su baja autoestima causada por un hombre que se daba cuenta del aislamiento familiar de su esposa. A pesar de que el abuso empezó temprano en el matrimonio, M no dijo nada al igual que muchas esposas jóvenes se limitan de hacerlo en estas normas patriarcales. Ella tuvo niños en este matrimonio y ahora tenía que ver por el bienestar propio y de sus hijos sin importar su esposo. M recuerda su baja autoestima llegando a lo más bajo, gracias al abuso verbal de su ex esposo. Ella recuerda un momento muy obscuro en su vida cuando contemplo el suicidio. Como una mujer fuerte, M no permitió que los abusos de su ex esposo le quitaran su valor como mujer y como madre. El amor por sus hijos le permitió superarla situación.
Cuando el abuso mental empezó, M creía que no había posibilidad de defenderse. En ese tiempo, ella no trabajaba y era dependiente de su esposo en un nuevo país, no sabía dónde buscar ayuda. Consciente de sus recuerdos del abuso físico que paso en un pasado que ella venció, M decidió no mencionar detalles, pero hablar acerca de cómo supero esa violencia. Un obstáculo en su vida, M nunca permitió que el abuso físico llegara a ser un problema que sus niños tuvieran que pasar también. Cuando su ex esposo trato de empezar este ciclo con sus hijos, M finalmente se defendió, con la ayuda de su cuñada, M llamo a un trabajador social para parar estos atentados. En venganza su ex esposo comenzó a amenazarla con llamar a inmigración para que fuera deportada a México, preocupada ella busco ayuda.
Sin ningún conocimiento de cómo, un día M encontró un volante en su recamara acerca de la organización de Ana. M cree que esta fue una ayuda enviada del cielo. M se puso en contacto con Ana quien la refirió con un grupo de personas quienes la podían ayudar con sus preguntas de inmigración y con su divorcio. Ella dice que durante este tiempo ella sentía una mano que la guiaba, había encontrado un camino para seguir adelante.
Después de 10 años de separación no fue fácil para M en conseguir seguridad en sí misma. Su familia recuerda que ella empezó a ser hostil con los hombres por años, M estaba a la defensiva cada vez que un hombre trataba de ser su amigo. Sus cicatrices invisibles impresas debido al abuso mental sufrido desaparecieron después cuando ella conoció a su ahora esposo. Ella cuenta que su actitud de venganza la cual ahora se ha convertido en una actitud de paz es gracias a la oportunidad de una nueva vida y una segunda oportunidad de felicidad.
M se casó en México y rápidamente se trasladaron a los Estados Unidos para vivir su nueva vida de casados. Ella se rodeó de la familia de su esposo quienes llegaron a darse cuenta de la precaria situación de M. Ella ahora mira hacia atrás a la forma en que era antes, su baja autoestima causada por un hombre que se daba cuenta del aislamiento familiar de su esposa. A pesar de que el abuso empezó temprano en el matrimonio, M no dijo nada al igual que muchas esposas jóvenes se limitan de hacerlo en estas normas patriarcales. Ella tuvo niños en este matrimonio y ahora tenía que ver por el bienestar propio y de sus hijos sin importar su esposo. M recuerda su baja autoestima llegando a lo más bajo, gracias al abuso verbal de su ex esposo. Ella recuerda un momento muy obscuro en su vida cuando contemplo el suicidio. Como una mujer fuerte, M no permitió que los abusos de su ex esposo le quitaran su valor como mujer y como madre. El amor por sus hijos le permitió superarla situación.
Cuando el abuso mental empezó, M creía que no había posibilidad de defenderse. En ese tiempo, ella no trabajaba y era dependiente de su esposo en un nuevo país, no sabía dónde buscar ayuda. Consciente de sus recuerdos del abuso físico que paso en un pasado que ella venció, M decidió no mencionar detalles, pero hablar acerca de cómo supero esa violencia. Un obstáculo en su vida, M nunca permitió que el abuso físico llegara a ser un problema que sus niños tuvieran que pasar también. Cuando su ex esposo trato de empezar este ciclo con sus hijos, M finalmente se defendió, con la ayuda de su cuñada, M llamo a un trabajador social para parar estos atentados. En venganza su ex esposo comenzó a amenazarla con llamar a inmigración para que fuera deportada a México, preocupada ella busco ayuda.
Sin ningún conocimiento de cómo, un día M encontró un volante en su recamara acerca de la organización de Ana. M cree que esta fue una ayuda enviada del cielo. M se puso en contacto con Ana quien la refirió con un grupo de personas quienes la podían ayudar con sus preguntas de inmigración y con su divorcio. Ella dice que durante este tiempo ella sentía una mano que la guiaba, había encontrado un camino para seguir adelante.
Después de 10 años de separación no fue fácil para M en conseguir seguridad en sí misma. Su familia recuerda que ella empezó a ser hostil con los hombres por años, M estaba a la defensiva cada vez que un hombre trataba de ser su amigo. Sus cicatrices invisibles impresas debido al abuso mental sufrido desaparecieron después cuando ella conoció a su ahora esposo. Ella cuenta que su actitud de venganza la cual ahora se ha convertido en una actitud de paz es gracias a la oportunidad de una nueva vida y una segunda oportunidad de felicidad.